El pacto del euro y más allá
Álvaro Martínez
«La diferencia entre una democracia y una dictadura
es que una democracia votas primero y obedeces después;
en una dictadura no hace falta que pierdas el tiempo votando.»
Charles Bukowski
es que una democracia votas primero y obedeces después;
en una dictadura no hace falta que pierdas el tiempo votando.»
Charles Bukowski
En otros tiempos y en otras sociedades menos complejas, cuando un poderoso quería explotarte te ponía unos grilletes, te daba unos azotes, te mantenía a base de pan y agua, violaba a tu mujer e hijas y encima te obligaba a llamarle señor. Por supuesto, también era costumbre que al explotado se le cruzasen los cables y le cortase la garganta al señor mientras dormía, o se aliase con los explotados de los alrededores para cortar varias gargantas de varios señores. La insurrección era vista como algo lógico e inevitable, y la vergüenza recaía sobre el señor por no haberse sabido defender. La cosa estaba clara, las cartas no estaban marcadas y hasta el más tonto de la aldea hubiera podido señalar al explotador en una rueda de reconocimiento.
Hoy en día, los señores han convertido la economía en algo tan complejo que las masas se ven incapaces de comprender de dónde les llueven los golpes. Han mutado los grilletes y el látigo en entelequias incomprensibles tales como el IBEX-35, el Fondo Monetario Internacional o el Banco Central Europeo. Han transformado la economía en una máscara detrás de la que robar y machacar al pueblo bajo un prudente velo de anonimato e impunidad. No se puede guillotinar a la CEOE, ni quemar sus propiedades, porque la CEOE sólo existe en el reino de las ideas.
Moderación salarial
Otra entelequia sin garganta que cortar es el nuevo acuerdo a puerta cerrada parido por Merkel y Sarkozy: el Pacto del Euro . Se trata de la enésima reforma en contra de los trabajadores que se anuncia como inevitable para salir de “la crisis” ; en este caso, el objetivo declarado es aumentar la “competitividad” para contener el déficit en los estados de la Unión Europea y así evitar nuevos "rescates" . En palabras de El País [1], «el acuerdo se basa en compromisos sobre moderación salarial, contención del gasto en pensiones y prestaciones sociales, flexiseguridad laboral para fomentar el empleo y coordinación de las políticas fiscales» . A cualquier trabajador se le deberían poner los pelos de punta ante esta retórica anti-proletaria, que analizaremos punto por punto.
El euro-ataque contra los salarios se basa, como siempre, en un discurso eufemista que esconde el terror empresarial reinante. Desde hace meses, los políticos europeos en general y Merkel en particular vienen insistiendo en la idea de ligar salarios y productividad [2] [3], algo tan abstracto como aparentemente inofensivo. Lo que se esconde detrás de este lema es que los sueldos de los trabajadores no aumenten cada año conforme aumente la inflación (el “coste de la vida”), sino que queden estancados definitivamente, de tal forma que cada año que pase todos seamos un poco más pobres. Se trata, pues, de una reducción salarial encubierta. Desde luego la idea no es nueva, y existe una cierta cobertura legal que permite a los empresarios, actualmente, congelar los salarios de un año para otro (el Banco Santander ya ha anunciado que lo va a hacer, por ejemplo [4], a pesar de obtener un beneficio de 8.181 millones de euros en 2010 [5]).
Por otra parte, resulta insultante el mismo concepto de «moderación salarial». En 2009, casi seis de cada diez aslariados españoles eran mileuristas [6], cifra que a buen seguro ha ido engordando con el paso del tiempo. El sueldo medio de los españoles lleva estancado desde el año 2000 [7], justo en la misma época en la que las burbujas inmobiliaria y financiera llenaban los bolsillos de los ricos a manos llenas. El sueldo de los españoles es un 37% menor que el salario medio europeo [9]. Estamos ya en los cuatro millones y pico de desempleados [10] y el paro juvenil es del 42% para los menores de 25 años y del 26% para los que tienen entre 25 y 29 años [11]. En cambio, las empresas españolas del IBEX-35 han batido records históricos de beneficios [12]. En este contexto es inmoral hablar de moderar los salarios, especialmente cuando la propia Merkel gana más de 13.000 euros al mes [13] y cuando los sueldos de directivos y banqueros son tan disparatadamente altos como ya conocemos de sobra [14] [15].
Diferencias entre el salario de los trabajadores y el beneficio de los empresarios [8]
No cierro aún el apartado de los salarios. El supuesto objetivo del Pacto del Euro es evitar incrementar el déficit de los estados; ¿en qué influye al respecto los salarios de los trabajadores? ¿En qué influye en el gasto del estado lo que una empresa pague a un asalariado por sus servicios? Lo más lógico sería pensar que si los empleados ganan menos dinero, el consumo disminuye y los ingresos del estado por impuestos indirectos también disminuyen. Si se pidiera la “moderación” sólo para los empleados públicos todavía podrían cubrirse las espaldas ante esta incoherencia, pero al pedirlo para todos los trabajadores están admitiendo abiertamente que su objetivo real no es reducir el déficit sino bajar los sueldos . Lisa y llanamente.
Contención del gasto en pensiones
Merkel y Sarzoky pueden estar contentos: Zapatero ya le concedió este deseo en marzo con la colaboración de los traidores sindicatos amarillos, aumentando la edad de jubilación a los 67 años entre otros ataques [16]. Sin embargo, en el Pacto del Euro se recogen “propuestas” aún más agresivas como la vinculación de la edad de jubilación a la esperanza de vida.
Las alarmas lanzadas periódicamente sobre la supuesta insostenibilidad de las pensiones españolas tienen su origen en “expertos” tales como los “100 economistas”, que machaconamente ofrecen propuestas que nadie les ha solicitado y que los medios amplifican con complicidad [17] [18] [19] [20]. Estos “100 economistas” han sido reunidos y financiados por la FEDEA, la Fundación de Estudios de Economía Aplicada [21]. A la FEDEA, a su vez, la financian todo tipo de bancos y cajas de ahorro, así como pymes tales como Repsol o France Télécom [22]. La jugada no puede ser más obvia y descarada: los bancos y grandes fortunas contratan a una serie de “expertos independientes” seleccionados a dedo para propagar falsedades y catastrofismos sobre el sistema estatal de pensiones, con el fin de lograr su desestabilización y fomentar los muy lucrativos planes de pensiones privados (los intereses generados por la “hucha” estatal de las pensiones ascienden a más de 2.600 millones de euros [23], una cantidad muy apetitosa para el capital). A largo plazo, el objetivo es su completa privatización, lo cual supondría el pelotazo financiero del siglo y un tremendo atraco a mano armada contra el pueblo. Por supuesto, estos economistas corren un tupido velo sobre la crisis de las pensiones privadas disparada tras la crisis financiera de 2008 [24]. Pero, ¿cuál es la realidad de las pensiones en España?
La Seguridad Social se encuentra en superávit actualmente [25], por un generoso margen, y sus cuentas son independientes de los presupuestos públicos. No sólo eso, sino que la “hucha” de las pensiones es la que más aporta a dicho superávit [23]. Además, el gasto en pensiones del estado español en proporción al PIB es de los menores de la UE-15; concretamente, este gasto se situó en el 8,9% durante el ejercicio 2010, frente al 10,2% de media en la UE-27 [26]. La pensión media de jubilación en España supone el 63% de la prestación media en la UE-15 [27]. España es uno de los países europeos con mayor porcentaje de pensionistas en riesgo de pobreza relativa, un 19,3%, sólo por detrás de 7 de los otros 26 estados que componen la UE (Letonia, Chipre, Estonia, Bulgaria, Lituania, Reino Unido y Finlandia); además, el 77% de los pensionistas no llega siquiera a la condición de mileurista [28].
Por todo esto, es absurdo y completamente mentira afirmar decir que a día de hoy las pensiones son insostenibles o que generan un déficit intolerable. En todo caso, el supuesto impacto de las pensiones sobre las finanzas estatales comenzaría hipotéticamente dentro de años o décadas debido al envejecimiento de la población, con lo cual esta medida no se justifica si el objetivo es (como ellos dicen) contener el déficit aquí y ahora para salir de “la crisis” . Pero, cuidado, el cuento del envejecimiento de la población también es otro engaño en el que no entraremos para no desviarnos del tema principal [29].
Contención del gasto en prestaciones sociales
Ya hemos argumentado que la Seguridad Social se encuentra en superávit; por si eso fuera poco, el gasto sanitario en España se encuentra un 43% por debajo de los principales estados europeos [30]. En educación, el estado español no sólo gasta menos del promedio de la UE-25, sino que se encuentra casi a la cola, en el puesto 21 [31]. El gasto por universitario del estado es un tercio menor que el de los países de la OCDE [32]; además, España se sitúa a la cola de la UE en gasto I+D, por detrás de Estonia y República Checa [33]. El Ministerio de Medio Ambiente ha visto reducidos en un tercio sus presupuestos para este año; por ejemplo, la partida para la protección de la biodiversidad se ha visto reducida casi a la mitad, y no se dedica ni un euro a partidas para la protección específica de especies amenazadas [34]. El Ministerio de Igualdad y el Ministerio de Vivienda han desaparecido recientemente [35]. Etcétera.Ya hemos argumentado que la Seguridad Social
En general, el gasto social en España está por debajo de la media europea (20,9% del PIB frente a la media del 26,9%, en 2009) [36].
Implicaciones prácticas inmediatas: la reforma de la negociación colectiva
¿Qué efectos a corto plazo va a tener la aprobación del Pacto del Euro en el Parlamento Europeo los próximos días 22 y 23 de junio [43]? La Ministra de Economía ya ha afirmado que la medida «más importante» que el gobierno español espera presentar para cumplir los objetivos declarados en el Pacto del Euro es la reforma de la negociación colectiva [44]. «Salgado ha puesto en el centro de esa política de fomento de la competitividad una reforma de la negociación colectiva que aspira, sobre todo, a hacerla más ágil y menos rígida», afirma El País. Más ágil. Menos rígida. Nuevamente, el sueño de la “flexiseguridad” produce monstruos; agilizar el mercado laboral significa, en jerga economista, caminar hacia su progresiva tercermundialización.
Flexiseguridad laboral para fomentar el empleo
Notemos en primer lugar el aberrante eufemismo que los intelectuales del poder han parido para dotar a sus ataques de una pátina de elegancia [37]. “Flexiseguridad” recuerda a la novela ‘1984’ de George Orwell, en la que desde el poder se lanzan consignas como «la guerra es la paz, la libertad es la esclavitud, la ignorancia es la fuerza». El aborto de palabra es una mutación del ya indignante concepto de la “flexibilidad laboral” , que implica ni más ni menos que la libertad del empresario para contratar y despedir en los términos en los que le dé la gana y sin atenerse a ningún tipo de normativas legales . El término “flexibilidad” alude al hecho de que flexiblemente hoy estés contratado y mañana estés en la puta calle sin indemnización y sin preaviso; o que flexiblemente te paguen menos del salario mínimo o te bajen el sueldo a placer. Por lo tanto, “flexiseguridad” no es más que un estúpido aunque inquietante oxímoron.
¿Fomenta el empleo la impunidad empresarial? España puede contestar la pregunta de primera mano: no. Cuando Zapatero hizo el trabajo sucio por adelantado a Merkel y Sarkozy aprobando la última reforma laboral [38], el paro era de algo más de 4.017.763 personas [39]. Actualmente, nueve meses después, el paro ha aumentado a 4.189.659 personas [40]. Además, la contratación temporal continúa ascendiendo progresivamente [41] [42].
Es obvio que esta medida no tiene nada que ver con el déficit , a no ser que estén hablando de despedir funcionarios (paso que no creo que se atrevan a dar de momento). En este caso, como en el de la “moderación salarial” , el poder se queda con el culo al aire y no le importa; no existe justificación para esta reinvidicación bajo el pretexto de la contención del gasto social. Al contrario, el aumento del paro reduce el consumo que a su vez reduce los ingresos del estado por impuestos indirectos. Por si fuera poco, desde el poder se plantea una rebaja de la fiscalidad a las empresas (es decir, de lo que tu empresa paga al estado por tenerte contratado), lo cual ayudaría a incrementar el déficit en vez de rebajarlo. La desvergüenza del poder no conoce límites.
El misil de esta reforma apunta a los convenios laborales colectivos , que para los economistas son demasiado rígidos y nada “flexiseguros” . En palabras de El País:
«El conflicto de los controladores aéreos se ha erigido en paradigma de los excesos que pueden producirse en la negociación colectiva. Pese a constituir una rareza, la idea de un convenio prorrogado durante seis años por la obcecación de empresa y trabajadores evidencia la perversión a la que puede llegar el modelo español. Esa prórroga infinita tiene los días contados, a juzgar por la reforma del sistema que perfilan la patronal y los sindicatos. Fijar plazos a la negociación, obligar a presentar propuestas y, en última instancia, recurrir a un árbitro constituyen las claves de un nuevo esquema que dará un vuelco a las relaciones laborales.» [45]
Obsérvese en primer lugar la descarada manipulación del autor del artículo. En primer lugar saca a la palestra a los controladores aéreos para provocar un estado de indignación en el lector debido a la mala prensa de la que gozan esos trabajadores; por supuesto, los controladores aéreos no son representativos en absoluto del trabajador medio español. Obsérvese el uso del término «perversión» para referirse al sistema de convenios. Obsérvese que la renegociación de los convenios constituye una «prórroga infinita», a pesar de que un par de frases antes ha escrito que el caso de los controladores constituye «una rareza»
Lo principal que se intenta con esta reforma es conseguir que si los trabajadores no pasan por el aro de lo que exija la patronal al finalizar un convenio, se invoque a un árbitro para renegociar el nuevo convenio en nombre de los trabajadores [46]. Hasta ahora lo conseguido en los convenios eran derechos consolidados, algo que se perderá con esta reforma. No se dice de dónde saldría este árbitro ni qué legitimidad tendría, pero es factible sospechar que saldría de las filas de CCOO o UGT, famosos ya por sus bajadas de pantalones y puñaladas por la espalda. Echemos un vistazo nuevamente a la manipulación de El País:
«Además, UGT y Comisiones Obreras son reacios a confiarlo todo a un árbitro porque, aseguran, contraviene la Constitución. Para sortear ese obstáculo, han buscado una fórmula más alambicada consistente en reconocer "la obligación de acudir a procesos de mediación y arbitraje". Es decir, emplear obligatoriamente ese mecanismo, ahora voluntario, aunque sin prejuzgar el resultado. No obstante, lo más lógico es que si se acude a una mediación sea para aceptar el resultado, lo dicte un árbitro o cualquier otro órgano.»
La autora de la noticia, en el mismo párrafo, dice que el arbitraje obligatorio es inconstitucional, para a continuación afirmar que es «lo más lógico». Para El País, lo más lógico es lo inconstitucional. Obsérvese como se califica la Constitución de «obstáculo» a «sortear
- «Capacidad de negociar las condiciones de trabajo (jornada, horario, remuneración...)». Los empresarios pondrán las condiciones laborales que les convengan con la complicidad de los sindicatos amarillos.
- «Cambios en el convenio durante su vigencia si la situación lo requiere, algo que ya ocurre de forma voluntaria». Los convenios se convierten en papel mojado susceptible de cambio si «la situación lo requiere», es decir, si al empresario le parece que sus trabajadores gozan de demasiados “privilegios”.
- «Habría que permitir una "exención temporal" de los convenios a los emprendedores, con la idea de que gocen de un tiempo de adaptación sin tener que cumplir el marco laboral, siempre que el número de empleados "sea inferior a una determinada cifra"». En otras palabras, «habría que permitir» que en las empresas de reciente creación desaparezcan los derechos de los trabajadores.
- «Diversidad de condiciones de trabajo en función de la fecha de ingreso en la empresa». Precariedad absoluta para los jóvenes, becarios permanentes.
- «Se mantendrán los acuerdos sectoriales de ámbito nacional para establecer la estructura general de los convenios, pero se dará prioridad a los convenios de empresa que tendrán competencias en las cuestiones fundamentales, y que podrán modificar a la baja lo conseguido en convenios de ámbito superior.»
- Se darán nuevas facilidades para que los empresarios alegando causas económicas se puedan descolgar de los convenios colectivos.»
- «Se darán a las Mutuas Patronales competencias en las enfermedades comunes y se ampliará el control y la presión contra los trabajadores que enfermen. Los trabajadores que se den de baja por enfermedad común sufrirán la presión y el acoso para que vuelvan al trabajo de la misma manera que lo sufren actualmente los trabajadores que sufren un accidente laboral.»
¿Pero quién gobierna España?
¿Pero quién son Merkel o Sarkozy para exigirnos semejantes reformas anti-proletarias? ¿Qué español ha votado en las elecciones alemanas o francesas? ¿Qué legitimidad tienen estos dos para intervenir de esa forma tan agresiva en la economía española? Persiste una leyenda urbana propagada por Merkel según la cual el estado alemán sufre una sangría económica debido a que tiene que aportar mucho a la Unión Europea. Eso es mentira. En términos relativos es el décimo pagador de Europa, y hasta los españoles (y los malteses, portugueses, eslovenos e italianos) pagan un poco más que ellos [48].
Lo peor de todo es que Merkel ni siquiera se ha quedado contenta:
« Merkel ya considera insuficiente el Pacto del Euro que se debate hoy. [...] La canciller venderá que las reformas son un éxito del eje franco-alemán. Sin embargo, sus asesores ya han adelantado que exigirá más contundencia en el futuro. [...] “El golpe maestro no se producirá todavía” , manifestó a Expansión Nicolas Heinen, de DB Research. “Merkel está maniatada” por el tripartito de su Gobierno y por el Bundestag, y tendrá que esperar al acuerdo sobre el Pacto de Competitividad para “venderlo” como un éxito franco-alemán y después explicar a la opinión pública que ello no es suficiente para tranquilizar a los mercados .» [49]
¿Pero quiénes son «los mercados» a los que se atribuyen cuilidades humanas como la ansiedad o la tranquilidad? A Merkel todavía le podemos poner cara, pero ¿dónde viven «los mercados»? ¿A quién representan? ¿Por qué están tan nerviosos, «los mercados»? Y lo que es más terrorífico: ¿hasta dónde tendrá que llegar la destrucción de los derechos de los trabajadores para que «los mercados» se tranquilicen? Es más, ¿podría llegar el día en que se tranquilicen, o su ansiedad es más bien un estado de ánimo permanente?
No solamente Merkel y Sarkozy exigen cambios en las políticas nacionales. También el Fondo Monetario Internacional [50], el Banco Mundial [51], Obama [52], la Reserva Federal estadounidense [53], la OCDE [54]... instan al gobierno español a aplicar recortes y minar derechos. Sería motivo de otro artículo el describir de qué manera todos estos actores sólo representan a las grandes fortunas y tienen un historial infame de terrorismo económico contra los pueblos (afortunadamente existe una amplia bibliografía impresa y en la red al respecto). Lo fundamental es comprender que los citados actores no han sido elegidos por ningún español y que por tanto no tienen ninguna legitimidad para exigir medidas de ningún tipo a los españoles.
Quizás el colectivo más amenazante a corto plazo para las economías nacionales sean las agencias de calificación de riesgo que constituyen una dictadura económica de facto . Estas agencias emiten informes evaluando la capacidad de los gobiernos para devolver la deuda contraída con el capital. Tres agencias neoyorquinas se reparten el 90% del “mercado” de la calificación: Standard & Poor’s, Moody’s y Fitch [55], constituyendo así un oligopolio endogámico privado. Sus informes son palabra de ley en el mundo económico a pesar de que han cometido errores garrafales (quién sabe si voluntarios), tales como calificar positivamente a Lehman Brothers justo antes de su debacle [56]. Una rebaja de la calificación de la deuda de un estado implica una desestabilización de su economía y de su bolsa, pone nerviosos a «los mercados» y azuza a los perros del capital exigiendo más y más recortes; España lo sabe muy bien [57]. Una palabra negativa de estas tres empresas privadas (estadounidenses, para más señas) puede desestabilizar la economía de cualquier país y puede obligar a los gobiernos a tomar unas medidas u otras. Nuevamente nos encontramos ante unos actores no electos ni nacionales que pueden dictar la economía de un país, con el agravante de que además se trata de empresas privadas de las que jamás conoceremos sus inversores reales ni a qué intereses sirven.
El Pacto del Euro se muestra arrogante incluso con las constituciones de los estados. En efecto, propone que la “contención del déficit” forme parte de las constituciones de los miembros de la UE [58]; ahora que ya hemos aprendido el verdadero significado del eufemismo “contención del déficit” , podemos estar seguros de que lo que se busca es eliminar derechos del pueblo de las constituciones a fin de «sortear» ese incómodo «obstáculo» del que ya hablábamos. Cualquier ley, incluso la constitución, es papel mojado ante los envites del capital.
Notad que en todo lo que llevo escrito aún no he hecho ni una referencia al Parlamento Europeo . Es el único organismo que es elegido por el pueblo (frente al Consejo Europeo, Comisión Europea, Banco Central Europeo y Tribunal de Justicia), pero sus atribuciones son mínimas. En palabras de Ecologistas en Acción [59]:
«A pesar de ser el único organismo elegido directamente, las atribuciones del Parlamento Europeo son muy limitadas. Por ejemplo, no elige el Gobierno de la UE (como el Parlamento español). Tampoco tiene iniciativa legislativa (no puede proponer las directivas que suponen alrededor del 80% de las legislaciones nacionales después). Y además, la ratificación de las leyes propuestas por la Comisión la hace junto al Consejo.»
El Pacto del Euro ha sido aprobado por el Consejo Europeo, que es el conjunto de los ministros nacionales, y la ratificación por el Parlamento es vista en cualquier medio de comunicación como un mero trámite vacío de contenido. Creo que ha quedado demostrado a lo largo de este artículo que la Unión Europea está gobernada por el capital y por nadie más.
Ante este desolador panorama en el que los gobiernos nacionales son víctimas o cómplices criminales de los tejemanejes europeos, cabe plantearse si realmente es positivo permanecer un segundo más en la Unión Europea. El europeísmo fue planteado por los medios de comunicación desde un principio como inevitable, así como inevitables parecen ser los recortes y la pérdida de derechos. Existe un tabú en España según el cual la pertenencia a la Unión Europea no puede ser cuestionada de ninguna forma: es hora de abrir un debate serio, plural y sin prejuicios sobre las ventajas e inconvenientes objetivos de permanecer en la UE o de seguir con el euro como moneda ; no desde el punto de vista del capital, pues ya sabemos su respuesta, sino desde el punto de vista de las masas explotadas y humilladas.
Alternativas para incrementar los ingresos de las arcas estatales
¿Qué otras cosas podría hacer el gobierno para reducir el déficit, si ése fuera realmente su objetivo? Pues un buen montón de cosas, y todas ellas sin salirnos del actual sistema. Comencemos por cómo se podrían incrementar los ingresos.
El Sindicato de Técnicos de Hacienda evalúa en 161.000 millones de euros el fraude fiscal en nuestro país [60]; por ejemplo, resulta especialmente indignante que el 75% de los empresarios españoles paguen a Hacienda como mileuristas [61]. Para poner en contexto esta abrumadora cifra, basta con saber que el déficit de marzo del estado español fue de 6.900 millones de euros [62], y su deuda pública es actualmente de 80.000 millones de euros [63]. Por lo tanto, simplemente actuando contra el fraude fiscal en el actual sistema no sólo no serían necesarios recortes, sino que se podría incrementar el gasto en prestaciones sociales.
Desde que empezó la crisis financiera en 2008, no se ha hecho absolutamente nada para acabar con los paraísos fiscales, tal y como prometieron hacer en un principio. No sólo eso, sino que todas las empresas del IBEX-35 tienen vínculos con paraísos fiscales [64].
El gobierno podría fomentar la progresividad fiscal , haciendo pagar más impuestos a los ricos. En vez de eso, ha optado por incrementar los impuestos indirectos como el IVA [65] que perjudican a los que tienen menos ingresos. Resultó muy elocuente el gesto del 2008 de anular el Impuesto sobre el Patrimonio (que gravaba las rentas más altas) porque los ricos tenían «diversos instrumentos y fáciles mecanismos de elusión» [66], es decir, que como no lo pagaban no merecía la pena ni tenerlo. Con este impuesto tan fácilmente elusivo se recaudaban 1.400 millones de euros; sólo podemos imaginar cuánto se estaría recaudando si en lugar de quitarlo se hubiera obligado a los ricos a pagarlo.
Los ricos gozan de múltiples mecanismos para evitar pagar impuestos. Un ejemplo de ello son las SICAV , engendros legales que permiten todo tipo de operaciones financieras:
«La SICAV es un híbrido de inversión a caballo entre una sociedad anónima y un fondo de inversión con la particularidad de que tributa al 1% en el Impuesto de Sociedades. La reforma fiscal prevista por el Gobierno Zapatero no prevé ningún aumento, pese a las peticiones realizadas desde distintos sectores sociales y sindicales. Este vehículo de inversión, que exige un capital mínimo de 2,4 millones de euros y 100 partícipes o accionistas, es el favorito de los ricos y famosos.» [67]
Alguien podría argumentar, con razón, que si aumentamos los impuestos a los ricos se llevarán sus empresas a otros países con una fiscalidad menor. Pero esto se puede evitar aplicando el olvidado proteccionismo económico , consistente en penalizar o incluso impedir la deslocalización de las empresas, y gravar las transacciones financieras internacionales.
Por último, ¿queremos hablar de reducir el déficit? Muy bien, ¿qué tal denunciar la privatización de empresas rentables para el estado como Loterías y Apuestas del Estado [68]? Esta compañía tan rentable generó en 2009 nada más y nada menos que 3.000 millones de euros de beneficios para las arcas estatales [69]; sin embargo, en una jugada que sólo ha podido ser orquestada por los cancerberos del capital, se ha entregado el 30% de la compañía a accionistas privados que se llevarán así una jugosa parte del pastel y reducirán los ingresos del estado. Otro atraco propio del crimen organizado.
Alternativas para reducir el gasto de las arcas estatales
Nombremos en primer lugar el papel de las Mutuas Patronales de Accidentes y Enfermedades Laborales y su efecto sobre la Seguridad Social. En palabras de Vicenç Navarro [70]:
«La mayoría de la ciudadanía no conoce ni está informada sobre las Mutuas Patronales de Accidentes y Enfermedades Laborales, que tienen un enorme poder. Sus decisiones afectan al bienestar y calidad de vida de la mayoría de la población trabajadora en el país. Son mutuas establecidas para compensar a las familias de los trabajadores que mueren en accidentes laborales, o quedan incapacitados temporal o permanentemente como consecuencia de aquellos accidentes, o enferman como resultado de causas laborales. […] En 2010, la diferencia entre los ingresos y los gastos fue la impresionante cifra de 5.000 millones de euros.
[…] Como resultado de este poder, España se encuentra en una situación única en los países de la OCDE (el club de países más ricos del mundo): la de no haber tenido ninguna muerte debido a una enfermedad por causa laboral en 2000, en 2001, en 2002, en 2003 y en 2004. Y en 2005, por primera vez, tres personas –según las cifras oficiales aportadas por tales mutuas– murieron por enfermedades laborales. Este número no ha variado desde entonces. En el año 2009 continuaban siendo tres.»
Esos 5.000 millones de euros que las mutuas se embolsan a base de no pagar a las víctimas de los accidentes laborales es dinero que tiene que terminar poniendo la Seguridad Social; otro caso insultante de privatización de los beneficios y socialización de las pérdidas (en este caso, pérdida de vidas humanas).
¿Queremos hablar de recortar gastos? Muy bien, hablemos de dos grandes temas tabú: el ejército y la monarquía. España ha aumentado desde el 2000 un 34,4% su gasto militar hasta ser el décimo país que más invierte por habitante del mundo. Sólo Estados Unidos, Arabia Saudí, Francia, Reino Unido, Australia, Italia, Canadá, Alemania y Corea del Sur superan a España en gasto militar por habitante. El ahorro estimado por el gobierno por la congelación de las pensiones supone 1.500 millones de euros, el equivalente al 8,2% del gasto militar anual [71]. España no ha sido invadida desde hace casi dos siglos [72], sin embargo gozamos de un estupendo ejército para ponerlo al servicio del gobierno de EE.UU. cuando así lo requiera. Además de todo esto, la partida para I+D en materia de guerra supera ampliamente a las partidas para investigación civil.
Comparación entre el gasto en I+D de distintas disciplinas [73]
¿Y qué decir de la monarquía ? De todos es sabido que le cuesta al estado nueve millones de euros al año [74].
Por último, ¿qué tal denunciar el saneamiento de las cajas de ahorros con dinero estatal para más tarde privatizarlas ? Se trata de un tema demasiado complejo para ser analizado aquí en detalle, pero básicamente lo que ha ocurrido es que el gobierno ha aportado miles de millones de euros para estabilizar las cuentas de las cajas de ahorros, con el fin de convertirlas en bancos y privatizarlas (una vez saneadas). Otro ejemplo descarado de atraco a mano armada. En palabras de Cayo Lara, coordinador general de Izquierda Unida: «La reforma de las cajas de ahorro es la mayor entrega de recursos al capital financiero privado […] Y lo quieren justificar, además, con una situación crítica de las cajas, consecuencia de una operativa bancarizada y especulativa» [75]. No obstante, su partido votó sí a la privatización de Cajastur [76].
Entendiendo “la crisis”
Ninguna de las medidas adoptadas por ningún gobierno ha conseguido frenar “la crisis” . Llevamos tres años con la misma cantinela, y a cada mes que pasa nos vuelven a atacar con nuevos recortes y pérdidas de derechos y soberanía. A estas alturas de la película parece obvio que el propósito del sistema no es terminar con la crisis, sino muy al contrario, prolongarla todo lo posible para enviar a todo el planeta a una tercermundialización masiva, donde las diferencias entre clases sociales se tornen extremas. Hace poco, Emilio Botín, presidente del Banco Santander, anunció con desvergüenza: «somos claramente ganadores en la reciente crisis económica» [77]. Nada les gustaría más que prolongar esta situación indefinidamente y hundirnos a todos en la pobreza extrema, como por otra parte ya están hundidos desde hace décadas y siglos muchos pueblos del mundo que nunca han conocido otra cosa que crisis y emergencia. Están utilizando “la crisis” que ellos mismos crearon como la excusa perfecta para una reconfiguración global de la economía, siguiendo procedimientos que recuerdan al crimen organizado. Los trabajadores no han causado “la crisis” , pero la están pagando.
Los medios de comunicación tradicionales actúan como voceros de los ganadores , como ya hemos visto en parte a lo largo de este artículo. No es casual: viven de sus anunciantes, que son ganadores, y ellos mismos son empresas (multinacionales incluso) con sus propios intereses económicos. La única información fiable es la que se genera en medios de comunicación populares, democráticos y plurales, no sujetos a la financiación de empresas o estados; Internet ha abierto la puerta a la contrainformación masiva, y no podemos desaprovecharlo.
Habrás notado que a lo largo del artículo siempre he entrecomillado “la crisis” . Esto se debe a varias razones.
En primer lugar, no creo que “la crisis” sea algo temporal tras la que haya un nuevo crecimiento económico, sino que se trata del nuevo estado de las cosas. Esto no sólo se debe a los intereses que ya he expuesto, sino sobre todo a que para salir de“la crisis” se requeriría una vuelta al crecimiento ilimitado. Vivimos en un mundo finito con unos recursos limitados, y el crecimiento económico ilimitado es imposible. En algún momento se tenía que llegar al tope de crecimiento, y todo parece indicar que hemos alcanzado ese tope. El petróleo ha llegado o está llegando casi a su cénit de extracción, y una vez que comience su declive la economía no podrá más que contraerse, pues toda ella es movida de forma masiva por el oro negro [78]. En general la Naturaleza está mostrando más que evidentes signos de agotamiento: deforestación, cambio climático, agotamiento de acuíferos, contaminación, agotamiento de recursos no renovables (como todo tipo de metales), etc. En un artículo de la revista New Scientist de 2007 [79] pudimos leer una inquietante auditoría al planeta Tierra que nos mostraba la cantidad restante de algunos recursos al ritmo de agotamiento actual:
«A pesar de ser el único organismo elegido directamente, las atribuciones del Parlamento Europeo son muy limitadas. Por ejemplo, no elige el Gobierno de la UE (como el Parlamento español). Tampoco tiene iniciativa legislativa (no puede proponer las directivas que suponen alrededor del 80% de las legislaciones nacionales después). Y además, la ratificación de las leyes propuestas por la Comisión la hace junto al Consejo.»
El Pacto del Euro ha sido aprobado por el Consejo Europeo, que es el conjunto de los ministros nacionales, y la ratificación por el Parlamento es vista en cualquier medio de comunicación como un mero trámite vacío de contenido. Creo que ha quedado demostrado a lo largo de este artículo que la Unión Europea está gobernada por el capital y por nadie más.
Ante este desolador panorama en el que los gobiernos nacionales son víctimas o cómplices criminales de los tejemanejes europeos, cabe plantearse si realmente es positivo permanecer un segundo más en la Unión Europea. El europeísmo fue planteado por los medios de comunicación desde un principio como inevitable, así como inevitables parecen ser los recortes y la pérdida de derechos. Existe un tabú en España según el cual la pertenencia a la Unión Europea no puede ser cuestionada de ninguna forma: es hora de abrir un debate serio, plural y sin prejuicios sobre las ventajas e inconvenientes objetivos de permanecer en la UE o de seguir con el euro como moneda ; no desde el punto de vista del capital, pues ya sabemos su respuesta, sino desde el punto de vista de las masas explotadas y humilladas.
Alternativas para incrementar los ingresos de las arcas estatales
¿Qué otras cosas podría hacer el gobierno para reducir el déficit, si ése fuera realmente su objetivo? Pues un buen montón de cosas, y todas ellas sin salirnos del actual sistema. Comencemos por cómo se podrían incrementar los ingresos.
El Sindicato de Técnicos de Hacienda evalúa en 161.000 millones de euros el fraude fiscal en nuestro país [60]; por ejemplo, resulta especialmente indignante que el 75% de los empresarios españoles paguen a Hacienda como mileuristas [61]. Para poner en contexto esta abrumadora cifra, basta con saber que el déficit de marzo del estado español fue de 6.900 millones de euros [62], y su deuda pública es actualmente de 80.000 millones de euros [63]. Por lo tanto, simplemente actuando contra el fraude fiscal en el actual sistema no sólo no serían necesarios recortes, sino que se podría incrementar el gasto en prestaciones sociales.
Desde que empezó la crisis financiera en 2008, no se ha hecho absolutamente nada para acabar con los paraísos fiscales, tal y como prometieron hacer en un principio. No sólo eso, sino que todas las empresas del IBEX-35 tienen vínculos con paraísos fiscales [64].
El gobierno podría fomentar la progresividad fiscal , haciendo pagar más impuestos a los ricos. En vez de eso, ha optado por incrementar los impuestos indirectos como el IVA [65] que perjudican a los que tienen menos ingresos. Resultó muy elocuente el gesto del 2008 de anular el Impuesto sobre el Patrimonio (que gravaba las rentas más altas) porque los ricos tenían «diversos instrumentos y fáciles mecanismos de elusión» [66], es decir, que como no lo pagaban no merecía la pena ni tenerlo. Con este impuesto tan fácilmente elusivo se recaudaban 1.400 millones de euros; sólo podemos imaginar cuánto se estaría recaudando si en lugar de quitarlo se hubiera obligado a los ricos a pagarlo.
«La SICAV es un híbrido de inversión a caballo entre una sociedad anónima y un fondo de inversión con la particularidad de que tributa al 1% en el Impuesto de Sociedades. La reforma fiscal prevista por el Gobierno Zapatero no prevé ningún aumento, pese a las peticiones realizadas desde distintos sectores sociales y sindicales. Este vehículo de inversión, que exige un capital mínimo de 2,4 millones de euros y 100 partícipes o accionistas, es el favorito de los ricos y famosos.» [67]
Alguien podría argumentar, con razón, que si aumentamos los impuestos a los ricos se llevarán sus empresas a otros países con una fiscalidad menor. Pero esto se puede evitar aplicando el olvidado proteccionismo económico , consistente en penalizar o incluso impedir la deslocalización de las empresas, y gravar las transacciones financieras internacionales.
Por último, ¿queremos hablar de reducir el déficit? Muy bien, ¿qué tal denunciar la privatización de empresas rentables para el estado como Loterías y Apuestas del Estado [68]? Esta compañía tan rentable generó en 2009 nada más y nada menos que 3.000 millones de euros de beneficios para las arcas estatales [69]; sin embargo, en una jugada que sólo ha podido ser orquestada por los cancerberos del capital, se ha entregado el 30% de la compañía a accionistas privados que se llevarán así una jugosa parte del pastel y reducirán los ingresos del estado. Otro atraco propio del crimen organizado.
Alternativas para reducir el gasto de las arcas estatales
Nombremos en primer lugar el papel de las Mutuas Patronales de Accidentes y Enfermedades Laborales y su efecto sobre la Seguridad Social. En palabras de Vicenç Navarro [70]:
«La mayoría de la ciudadanía no conoce ni está informada sobre las Mutuas Patronales de Accidentes y Enfermedades Laborales, que tienen un enorme poder. Sus decisiones afectan al bienestar y calidad de vida de la mayoría de la población trabajadora en el país. Son mutuas establecidas para compensar a las familias de los trabajadores que mueren en accidentes laborales, o quedan incapacitados temporal o permanentemente como consecuencia de aquellos accidentes, o enferman como resultado de causas laborales. […] En 2010, la diferencia entre los ingresos y los gastos fue la impresionante cifra de 5.000 millones de euros.
[…] Como resultado de este poder, España se encuentra en una situación única en los países de la OCDE (el club de países más ricos del mundo): la de no haber tenido ninguna muerte debido a una enfermedad por causa laboral en 2000, en 2001, en 2002, en 2003 y en 2004. Y en 2005, por primera vez, tres personas –según las cifras oficiales aportadas por tales mutuas– murieron por enfermedades laborales. Este número no ha variado desde entonces. En el año 2009 continuaban siendo tres.»
Esos 5.000 millones de euros que las mutuas se embolsan a base de no pagar a las víctimas de los accidentes laborales es dinero que tiene que terminar poniendo la Seguridad Social; otro caso insultante de privatización de los beneficios y socialización de las pérdidas (en este caso, pérdida de vidas humanas).
¿Queremos hablar de recortar gastos? Muy bien, hablemos de dos grandes temas tabú: el ejército y la monarquía. España ha aumentado desde el 2000 un 34,4% su gasto militar hasta ser el décimo país que más invierte por habitante del mundo. Sólo Estados Unidos, Arabia Saudí, Francia, Reino Unido, Australia, Italia, Canadá, Alemania y Corea del Sur superan a España en gasto militar por habitante. El ahorro estimado por el gobierno por la congelación de las pensiones supone 1.500 millones de euros, el equivalente al 8,2% del gasto militar anual [71]. España no ha sido invadida desde hace casi dos siglos [72], sin embargo gozamos de un estupendo ejército para ponerlo al servicio del gobierno de EE.UU. cuando así lo requiera. Además de todo esto, la partida para I+D en materia de guerra supera ampliamente a las partidas para investigación civil.
Comparación entre el gasto en I+D de distintas disciplinas [73]
¿Y qué decir de la monarquía ? De todos es sabido que le cuesta al estado nueve millones de euros al año [74].
Por último, ¿qué tal denunciar el saneamiento de las cajas de ahorros con dinero estatal para más tarde privatizarlas ? Se trata de un tema demasiado complejo para ser analizado aquí en detalle, pero básicamente lo que ha ocurrido es que el gobierno ha aportado miles de millones de euros para estabilizar las cuentas de las cajas de ahorros, con el fin de convertirlas en bancos y privatizarlas (una vez saneadas). Otro ejemplo descarado de atraco a mano armada. En palabras de Cayo Lara, coordinador general de Izquierda Unida: «La reforma de las cajas de ahorro es la mayor entrega de recursos al capital financiero privado […] Y lo quieren justificar, además, con una situación crítica de las cajas, consecuencia de una operativa bancarizada y especulativa» [75]. No obstante, su partido votó sí a la privatización de Cajastur [76].
Entendiendo “la crisis”
Ninguna de las medidas adoptadas por ningún gobierno ha conseguido frenar “la crisis” . Llevamos tres años con la misma cantinela, y a cada mes que pasa nos vuelven a atacar con nuevos recortes y pérdidas de derechos y soberanía. A estas alturas de la película parece obvio que el propósito del sistema no es terminar con la crisis, sino muy al contrario, prolongarla todo lo posible para enviar a todo el planeta a una tercermundialización masiva, donde las diferencias entre clases sociales se tornen extremas. Hace poco, Emilio Botín, presidente del Banco Santander, anunció con desvergüenza: «somos claramente ganadores en la reciente crisis económica» [77]. Nada les gustaría más que prolongar esta situación indefinidamente y hundirnos a todos en la pobreza extrema, como por otra parte ya están hundidos desde hace décadas y siglos muchos pueblos del mundo que nunca han conocido otra cosa que crisis y emergencia. Están utilizando “la crisis” que ellos mismos crearon como la excusa perfecta para una reconfiguración global de la economía, siguiendo procedimientos que recuerdan al crimen organizado. Los trabajadores no han causado “la crisis” , pero la están pagando.
Los medios de comunicación tradicionales actúan como voceros de los ganadores , como ya hemos visto en parte a lo largo de este artículo. No es casual: viven de sus anunciantes, que son ganadores, y ellos mismos son empresas (multinacionales incluso) con sus propios intereses económicos. La única información fiable es la que se genera en medios de comunicación populares, democráticos y plurales, no sujetos a la financiación de empresas o estados; Internet ha abierto la puerta a la contrainformación masiva, y no podemos desaprovecharlo.
Habrás notado que a lo largo del artículo siempre he entrecomillado “la crisis” . Esto se debe a varias razones.
En primer lugar, no creo que “la crisis” sea algo temporal tras la que haya un nuevo crecimiento económico, sino que se trata del nuevo estado de las cosas. Esto no sólo se debe a los intereses que ya he expuesto, sino sobre todo a que para salir de“la crisis” se requeriría una vuelta al crecimiento ilimitado. Vivimos en un mundo finito con unos recursos limitados, y el crecimiento económico ilimitado es imposible. En algún momento se tenía que llegar al tope de crecimiento, y todo parece indicar que hemos alcanzado ese tope. El petróleo ha llegado o está llegando casi a su cénit de extracción, y una vez que comience su declive la economía no podrá más que contraerse, pues toda ella es movida de forma masiva por el oro negro [78]. En general la Naturaleza está mostrando más que evidentes signos de agotamiento: deforestación, cambio climático, agotamiento de acuíferos, contaminación, agotamiento de recursos no renovables (como todo tipo de metales), etc. En un artículo de la revista New Scientist de 2007 [79] pudimos leer una inquietante auditoría al planeta Tierra que nos mostraba la cantidad restante de algunos recursos al ritmo de agotamiento actual:
Metal | Años hasta su agotamiento | Ejemplos de usos actuales |
Antimonio | 15 - 20 | Fármacos |
Hafnio | ~10 | Chips informáticos |
Indio | 5 - 10 | Pantallas LCD |
Platino | 15 | Conversores catalíticos para coches y pilas de combustible |
Plata | 15 - 20 | Conversores catalíticos para coches |
Tantalio | 20 - 30 | Móviles |
Uranio | 30 - 40 | Centrales y armas nucleares |
Zinc | 20 - 30 | Galvanización |
Metal | Años hasta su agotamiento | Ejemplos de usos actuales |
Antimonio | 15 - 20 | Fármacos |
Hafnio | ~10 | Chips -informáticos |
Indio | 5 - 10 | Pantallas LCD |
Tantalio
20 - 30
Móviles
Uranio
30 - 40
Centrales y armas nucleares
Zinc
20 - 30
Galvanización
Platino | 15 | Conversores catalíticos para coches |
de combustible
En segundo lugar, calificar a la crisis financiera de los países ricos como “la crisis” , en singular, es una aberración inmoral. ¿Qué hay de la crisis alimentaria (casi 1000 millones de personas sufren hambre [80] , cosa evitable simplemente utilizando un 1% del dinero que se dio a los bancos [81] ), qué hay de la crisis ecológica, de la mencionada crisis energética, de la crisis del agua [82] , de la crisis de la deuda del Tercer Mundo...? Todas ellas son infinitamente más graves, pero de ellas se habla infinitamente menos porque es algo que no interesa al capital y a «los mercados».
La única solución definitiva es la reapropiación de la economía por el pueblo
Vivimos en un mundo dominado por el dinero. Los gobiernos y el capital no son enemigos , como cree parte de la izquierda, sino que ambos son cómplices que se van cediendo terreno según las circunstancias históricas con el único fin de generar todo el dinero posible, aumentar el poder nacional todo lo posible, y desarrollar las fuerzas productivas (e improductivas) todo lo posible. Los estados no son débiles, sino que han tenido la fortaleza necesaria para salvar al capital de su colapso durante la crisis financiera de 2008, inyectando sumas ingentes al sistema financiero. Los estados son cómplices de las fechorías del capital y los políticos son los perros guardianes de las injusticias sociales [83].
Cualquier gobierno de cualquier color, que haya existido jamás o que exista actualmente en cualquier parte del mundo, nos lleva a una espiral enloquecida de poder y crecimiento económico. Para los estados no existen los valores humanos sino sólo la “razón de estado” , que es la competencia y la rivalidad militar o económica con el resto del mundo. Nosotros, como pueblo, no debemos buscar la exhuberancia material, el despilfarro y el enriquecimiento, sino la justicia y el racionalismo económico. La economía debe servir a los humanos, en una escala manejable; no son los humanos los que deben servir a la economía. Para ello resulta indispensable el decrecimiento económico y la simplificación de la economía; la vuelta a los sectores primario y secundario, el abandono de la economía especulativa, la abolición del interés crediticio; y la localización de la economía en circuitos cerrados y cercanos al pueblo, sin intermediarios ni chupatintas.
A largo plazo, la única solución permamente a esta locura económica que vivimos desde hace siglos será la reapropiación de la economía por el pueblo, la autogestión de fábricas, campos, comercios y oficinas. La economía entonces será como el pueblo quiera que sea.
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes
y pilas | ||
Plata | 15 - 20 | Conversores catalíticos para coches |
En segundo lugar, calificar a la crisis financiera de los países ricos como “la crisis” , en singular, es una aberración inmoral. ¿Qué hay de la crisis alimentaria (casi 1000 millones de personas sufren hambre [80] , cosa evitable simplemente utilizando un 1% del dinero que se dio a los bancos [81] ), qué hay de la crisis ecológica, de la mencionada crisis energética, de la crisis del agua [82] , de la crisis de la deuda del Tercer Mundo...? Todas ellas son infinitamente más graves, pero de ellas se habla infinitamente menos porque es algo que no interesa al capital y a «los mercados».
La única solución definitiva es la reapropiación de la economía por el pueblo
Vivimos en un mundo dominado por el dinero. Los gobiernos y el capital no son enemigos , como cree parte de la izquierda, sino que ambos son cómplices que se van cediendo terreno según las circunstancias históricas con el único fin de generar todo el dinero posible, aumentar el poder nacional todo lo posible, y desarrollar las fuerzas productivas (e improductivas) todo lo posible. Los estados no son débiles, sino que han tenido la fortaleza necesaria para salvar al capital de su colapso durante la crisis financiera de 2008, inyectando sumas ingentes al sistema financiero. Los estados son cómplices de las fechorías del capital y los políticos son los perros guardianes de las injusticias sociales [83].
Cualquier gobierno de cualquier color, que haya existido jamás o que exista actualmente en cualquier parte del mundo, nos lleva a una espiral enloquecida de poder y crecimiento económico. Para los estados no existen los valores humanos sino sólo la “razón de estado” , que es la competencia y la rivalidad militar o económica con el resto del mundo. Nosotros, como pueblo, no debemos buscar la exhuberancia material, el despilfarro y el enriquecimiento, sino la justicia y el racionalismo económico. La economía debe servir a los humanos, en una escala manejable; no son los humanos los que deben servir a la economía. Para ello resulta indispensable el decrecimiento económico y la simplificación de la economía; la vuelta a los sectores primario y secundario, el abandono de la economía especulativa, la abolición del interés crediticio; y la localización de la economía en circuitos cerrados y cercanos al pueblo, sin intermediarios ni chupatintas.
A largo plazo, la única solución permamente a esta locura económica que vivimos desde hace siglos será la reapropiación de la economía por el pueblo, la autogestión de fábricas, campos, comercios y oficinas. La economía entonces será como el pueblo quiera que sea.
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes
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