Cosméticos en el antiguo Egipto
En la tumba de la reina de los sumerios Shub-Ad , 5000 años antes de Cristo, se encontraron numerosos utensilios de belleza y tablillas que describen antiguas fórmulas para preparar ungüentos y aceites. Así se han conservado 49 tarros en el Departamento de Antigüedades Egipcias del Museo del Louvre donde han sido objeto de exhaustivos estudios.
Los egipcios poseían un verdadero dominio de la cosmética. De esta manera, los pigmentos naturales y los productos sintetizados se mezclaban con aglutinantes constituidos de materias grasas de origen animal para fabricar diferentes tipos de composiciones cosméticas con texturas y colores variados.
En el Antiguo Egipto los cosméticos los empleaban tanto hombres como mujeres y niños, con independencia de su clase social. Esta maestría descubierta en diferentes investigaciones permite comprender mejor los múltiples usos del maquillaje de aquella época, tal como se ilustra en textos antiguos, la estatuaria (tipo de escultura que representa la forma humana y expresa las concepciones suprasensibles del hombre) y la pintura: embellecimiento, culto divino, medicina, etc.
Para ello, contaban con una gran cantidad de accesorios como tarros de maquillaje, espejos, peines, aplicadores, horquillas..
El cosmético más difundido era el Kohl realizado con galena, sulfuro de plomo y sustancias descubiertas como cerusita, laurionita y fosgenita. Con todos estos elementos se preparaba una pasta que se guardaba en pequeños tarros de alabastro, y que humedecida con saliva, se aplicaba con palillos de marfil, madera o metal.
El predominio de la galena en las materias analizadas por los investigadores se confirma por la presencia del maquillaje negro en la lista de ofrendas funerarias a partir de la época de kéops (Subió al trono en el año 2389 a.C., siendo el segundo faraón de la Cuarta Dinastía, que gobernó durante veinticuatro años, del Imperio Menfita). El negro se describe por el término mesdemet que, aplicado al ojo significaría “Hacer hablar los ojos, hacerlos expresivos” o “Pintar los ojos”.
En las tumbas, al lado de los sarcófagos, se encontraron bolsas de galena triturada. Los muertos se llevaban sus materias primas para su vida en el más allá.
También crearon los primeros destellos para embellecer el ojo, para lo cual trituraban en un mortero los caparazones iridiscentes de ciertos escarabajos hasta obtener un polvo grueso que mezclaban con las sombras. El sombreado verde, uno de los favoritos, se obtenía a partir de malaquita en polvo que se aplicaba densamente a los párpados superiores e inferiores.
El henna fue utilizado para dar al pelo un rojo brillante. Muchas egipcias se afeitaban las cejas y se aplicaban otras postizas.La reina Nefertiti se pintaba las uñas de las manos y de los pies de un rojo rubí, y Cleopatra era partidaria de un rojo oscuro de óxido.
A las mujeres de rango inferior sólo se les permitía tonalidades pálidas..
En las tumbas, al lado de los sarcófagos, se encontraron bolsas de galena triturada. Los muertos se llevaban sus materias primas para su vida en el más allá.
Las egipcias iniciaron la moda de pintarse los labios con un tinte hecho de ocre rojo y óxido de hierro natural que extendían con un cepillo o un palito, también se teñían los dedos de las manos y de los pies con alheña para conseguir una coloración anaranjada rojiza, y acentuaban con una tonalidad azul las venas de sus senos y daban un toque dorado a sus pezones.
Si el embellecimiento era una preocupación diaria, el maquillaje también se asociaba con la salud de los ojos y de la piel, una relación que se confirma con los textos antiguos que relatan los rituales religiosos y los papiros médicos.
Un peine, un plato de cosméticos, un par de sandalias y una olla Kohl.
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Fuente: Elmundo.es
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