Amigo
aquel que se asoma
al verdadero espejo
sin miedos de ayer
atento al hoy
optimista al mañana.
El que tenga sensible
el alma
el que todavía
puede reír
y hablar
sin palabras.
El que pueda
leer entre líneas
lo que se habla.
El que no necesita
dormir entre algodones,
ni vivir
de nostalgias.
Liliana Coma
1988
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