Poesía quimérica/ Sin luz

A la luz de una vela
la conciencia se rebela
contra la opresión.

¡Cuán lejos!
Tendré que buscar
la Justicia
y las maravillas del amor
que hace dos días
tenía yo.

Ante quién
levantaré mi voz
si ellos hablan un idioma
de incomprensión.

Adónde irán
mis lágrimas
por lo que has perdido
que te perdió a vos.

A quién explicaré
los sinceros votos
de la confianza,
si dejáis escapar
la esperanza
en vana estancia
de depresión y desconfianza.

Cuán lejos
habré de marchar
para evitar caer
con los demás
en la desesperación.

Ante quién
mis actos bienintencionados
serán jardín de bienes
y no traicionados
o mal interpretados
por los que van
con mala intención.

Adónde irá el sacrificio
por los que no hacen
buen oficio
ni imitan
la tierra generosa,
y en vez de dar, retienen.

A quién hablaré
de amor,
si aquí: uno más uno
no son dos,
sino Uno.

Si cada vez
os alejáis
más
de Dios.
  
Liliana Coma
   1999