Ponferrada
En el nacer
y renacer del humo
tren
te haces máquina
y vagón de madera
Enmohecidos
muros de piedra
alzan el castillo
amarillento,
juego de niños
salto al pasado
vuelta al medioevo
Montañas solitarias
y en sus cúspides
hilos de nácar
Minas de carbón, negro
relucientes azabaches,
y un gato blanco
que escapó del Sil
Atardeces pueblo
y tu luz dorada
no es solamente Sol,
y tu silencio
es más
que mil gritos
Maderas abandonadas
sobre el verde
y el agua
forman casualmente
tu cruz y mi cruz
y no, no puedo hablarte
del tiempo
todo es eterno.
No puedo hablarte de tiempo
ahora,
que atardece el pueblo
1988
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