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La última obra firmada por Fulcanelli:
pseudónimo de un autor desconocido de libros de alquimia del siglo XX.
Completa una trilogía iniciada con "El misterio de las catedrales" y "Las moradas filosofales", publicados en 1929 y 1930 respectivamente. Llama poderosamente la atención el gran lapso de tiempo transcurrido entre la aparición de las dos primeras obras y la firma de la segunda: 1999!
Según dice el receptor del manuscrito, Jacques d'Ares (Presidente de Honor del Centro Europeo de Mitos y Leyendas), a quién le fué enviado por internet en 1999 para resguardar mejor el anonimato:
Se han lanzado diversas especulaciones sobre la personalidad o grupo que se oculta bajo el seudónimo.
Biografía:
Es mucho lo que se ha escrito sobre la vida de este personaje, pero la mayor parte de sus biografías están basadas en testimonios inciertos, pues al parecer ocultaba expresamente toda información sobre su persona, propiciando la circulación de infinidad de rumores. Algunos han especulado sobre su posible nacimiento en 1877 en Villiers-le-Bel (Francia) y su muerte en la pobreza en París el año 1932.
Fulcanelli se movió hasta los años veinte del siglo pasado por Francia y ocasionalmente por España: País Vasco, Sevilla y Barcelona. Para algunos era un personaje de vasta erudición con importantes contactos y relaciones con círculos selectos e influyentes, como Eugène Emmanuel Viollet-le-Duc, arquitecto y restaurador de catedrales góticas francesas, con quién compartió su admiración y estudio por el arte gótico, lo que le permitió interpretar con éxito el papel que la alquimia juega en las esculturas que adornan estas construcciones, muy especialmente las impresionantes representaciones en las gigantescas catedrales góticas (relieves, portadas, escultura, suelo,vidrieras). La identidad de Fulcanelli, está por dilucidar. Incluso podría ser un seudónimo de un colectivo de alquimistas. El nombre de Fulcanelli parece estar relacionado mediante la cábala fonética con Vulcano-Hélios o bien con Vulcano-Hellé .
Con la escasa información y los comentarios de su discípulo y albacea Eugène Canseliet, diversos autores han adelantado varias hipótesis sobre su identidad:-Julien Champagne, pintor francés (hipótesis de Robert Ambelain, René Schwaller de Lubicz, Jules Boucher y Geneviève Dubois).
-Camille Flammarion, eminente astrónomo francés (esta hipótesis es sostenida por Frédéric Courjeaud).
-El notario o escribiente Rosny-Aîné.
-Pierre Dujols, librero parisién de la época.
-René Schwaller de Lubicz (versión sostenida por el científico Jacques Bergier).
-F. Jollivet-Castelot (tesis doctoral de Pierre Pelvet).
-Eugène Canseliet (versión de Paul Le Cour).
-El llamado conde de Saint Germain (un personaje, supuestamente inmortal, que aparece públicamente en cada siglo).
-Jules Violle, físico francés de renombre (versión de Patrick Rivière y de Jacques Keystone).
-Alphonse Jobert, doctor francés (versión sostenida por Richard Khaitzine). Jacques Bergier menciona en su libro "El retorno de los brujos" que Fulcanelli y otro alquimista se dedicaron a visitar a los más conocidos físicos nucleares entre las dos Guerras Mundiales. Ambos describieron somera pero muy gráficamente en qué consistía un reactor nuclear y advirtieron de los peligros de las sustancias subproductos de las reacciones. Esto pasó sin mayores atenciones respecto de los científicos hasta que Fermi logró la primera reacción en cadena. Alguno de los visitados recordó, entonces, la conversación mantenida con alguno de los dos supuestos alquimistas y comunicó la historia a los servicios de inteligencia correspondientes. Inmediatamente los servicios aliados comenzaron la búsqueda de ambos personajes. Fulcanelli fue imposible de encontrar, mientras que la otra persona resultó fusilada en el norte de África por ser colaboradora de los alemanes. Es muy difícil hallar pruebas de tales cosas, más allá del texto del libro antecitado. Jacques Bergier fue ayudante del físico francés Louis de Broglie y formó parte de la inteligencia de los Aliados. Si esto es cierto, es improbable que Fulcanelli fuera un científico conocido, pues hubiera sido reconocido por algún colega.
A partir de la búsqueda de estos dos personajes y del comienzo de la carrera hacia la construcción de una bomba nuclear los servicios de inteligencia compraron cualquier libro de alquimia que se pusiera a su alcance. No hay comprobación oficial a nivel público de estos relatos, pero tampoco ninguna desmentida conocida. Obra:
Fue autor de tres obras cumbres de la alquimia:
El misterio de las catedrales y la interpretación esotérica de los símbolos herméticos (Le Mystère des Cathédrales), escrito en 1922 y publicado en París en 1929.
Las moradas filosofales y el simbolismo hermético en sus relaciones con el arte sagrado y el esoterismo de la gran obra (Les Demeures Philosophales), publicado en Paris en 1930.
Para algunos pudo haber muerto en un desván de la calle Rochechouart de Paris sin terminar el tercero y último libro que iba a ser el colofón de su obra: Finis Gloriae Mundi, título inspirado en una pintura del pintor sevillano Juan de Valdés Leal que en la actualidad está colgada en la iglesia sevillana del Hospital de la Caridad. En ese libro se completaría la revelación del misterio alquímico o verbum dimissum (La palabra perdida) dando respuesta a los miles de años de búsqueda de los alquimistas.
En el año 2001 apareció en francés un texto con el título de Finis Gloriae Mundi como si fuese el texto que en su momento no se publicó. Para la mayoría de los estudiosos es un texto apócrifo ya que dicha obra relata sucesos que acontecen tras la segunda guerra mundial, fecha para la cual se supone al autor ya fallecido. No obstante, otros estudiosos del tema entienden que el elixir de larga vida no es en modo alguno una quimera de la alquimia, sino una de las pruebas de la consecución de la piedra filosofal. El autor de la versión revisada del Finis Gloriae Mundi afirma en la nueva publicación: " No es costumbre que un adepto vuelva a coger la pluma después de haber franqueado la transmutación (...) abandonemos el manto de silencio con el que se cubre quien pasa por las ascuas del fénix", sugiriendo precisamente esto.
Fulcanelli (2003). El misterio de las catedrales, Colección: Ensayo Filosofía Debolsillo. Barcelona: Debolsillo. ISBN 9788497595148.
- (2002). Finis Gloriae Mundi, prol. de Jacques D´Ares. Barcelona: Ediciones Obelisco (No es seguro que sea una obra de su Autoría). ISBN 9788477209379.
- (2001). El misterio de las catedrales, 1 archivo de Internet (500 Kb) (E-Book). Brenes: Muñoz Moya. Editores Extremeños. ISBN 9788496074149.
- (2000). Las moradas filosofales, Barcelona: Ediciones Índigo. ISBN 9788489768475.
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Sobre Fulcanelli
Johnson, Kenneth Rayner (1982). El misterio Fulcanelli, Madrid: Mr ediciones. ISBN 9788427007444.
Martínez Otero, Luis Miguel (1986). Fulcanelli, una biografía imposible, Barcelona: Ediciones Obelisco. ISBN 9788486000820.
Nataf, Andre (1994). Los maestros del ocultismo, Madrid: Alianza Editorial. ISBN 9788420694207.
Silva Mascuñana, Luis (2006). Tratado de Philosoteria: alquimia real desvelada, Madrid: Ediciones Atlantis. ISBN 9788496621183.
VV.AA (2002). Los alquimistas del siglo XX, Barcelona: Ediciones Obelisco. ISBN 9788477209300.
José Luis Corral Lafuente (2008). Fulcanelli, el dueño del secreto, Edhasa. ISBN 9788492472079.
http://es.wikipedia.org/wiki/Fulcanelli
Quería colgar el libro después de haberlo leído y releído. Pero lo cierto es que todavía no he terminado con la primera lectura. Tarea difícil de emprender para alguien como yo, que sin haber leído las dos primeras obras y, sobretodo, sin saber nada de alquimia..se propone abarcar una obra como esta. A pesar de todo, uno se va quedando con detalles interesantes y muy reveladores. Yo no diría que es un libro de alquimia o para iniciarse en ella, sinó más bien una revelación o advertencia relacionada con estos últimos tiempos, al alcance de verdaderos entendidos en la materia pero con voluntad de que "el pueblo" sepa. Su lenguaje retórico y la base de la que parte, la alquimia, dando por sentado que sus posibles lectores son al menos iniciados, hacen que su lectura sea difícil. A ver si entre todos le podemos sacar el máximo jugo, porqué habla de alquimia, definida por el depositario inicial de la obra como "la ciencia de la vida", pero habla también de conceptos como "el fin de los tiempos" (textualmente: "que no tiene nada que ver con lo que algunos llaman el fin del mundo"), "la era de acuario", "la inversión de los polos" (le dedica un capítulo), "el Gran Año precesional", "las cuatro edades tradicionales" (la actual sería la de hierro), "la piedra" (en un símil alquímico con la 5ª esencia u elemento purificador), la gran ramera que menciona el Libro del Apocalipsis (según entiendo, lo aplica a los que están jugando a alquimia con el planeta),...
El fin de este siglo ve resurgir juntas ambas tentaciones, la de acabar la civilización "occidental" con una triumfal salida de la historia y la de acelerar un proceso de degeneración con la esperanza de alcanzar mecánicamente, gracias al cataclismo, alguna nueva Edad de Oro
El libro parte de la descripción e interpretación del simbolismo secreto de un cuadro cuyo lema reza: "Finis Gloriae Mundi", obra de Juan Valdés Leal, pintor español del siglo XVII y evidente conocedor de los secretos de la alquimia.
Juan de Valdés Leal - Sevilla 1672
Hospital de la Caridad -Sevilla-
"Así la trilogía de Fulcanelli forma un todo perfectamente coherente y es normal que este libro escrito en la urgencia sea el último que firme Fulcanelli"
Creo haber leído q en el año 33 el querubín de los apóstoles fue señalado como quien quedaría hasta quien lo señalo regrese, tal vez simplemente para recordarle q lo dejo esperándolo casi dos mil años, y q hay dos reunidos a pesar del tiempo, q ni existe ni te espera, aunque por única vez alguien eluda el frágil concepto del tiempo
ResponderEliminarCreo haber leído q en el año 33 el querubín de los apóstoles fue señalado como quien quedaría hasta quien lo señalo regrese, tal vez simplemente para recordarle q lo dejo esperándolo casi dos mil años, y q hay dos reunidos a pesar del tiempo, q ni existe ni te espera, aunque por única vez alguien eluda el frágil concepto del tiempo
ResponderEliminarLa colegiatura de alquimistas bajo el pesudónimo Fulcanelli estaba constituido por cuatro integrantes: Eugène Canseliet, el benjamín del grupo, que como bien indica terminó por ser el albacea literario. Julien Champagne se desempeñó como ilustrador pero fue su maître, el erudito Pierre Dujols, quien trabajó sobre los documentos originales del ingeniero hidráulico Paul Decœur.
ResponderEliminarFulcanelli, contracción de Vulcain-Solaire eran la dupla Decœur-Dujols, ambos frèrès templarios, pero al parecer sólo el primero logró el adeptado hermético, mientras que el segundo muere en 1926 de síndrome urémico, lisiado y en una total pobreza financiera.
Tal vez sea la razón por la que Canseliet, en el segundo prefacio de 1958 a Las Moradas Filosofales, aclara que la tercera obra Finis Gloriae Mundi le fue “retirada.” No hemos de olvidar que la propia Béatrice Canseliet asegura que la obra en cuestión es una total falsificación.
Recomendamos los trabajos de Martínez Otero, Adrien N. junto a su Le Rapport Fulcanelli y las profusas investigaciones de Walter Grosse y Philippe Buchelot (Filostene, Jr.) que contribuyen a arribar a buen puerto sobre el mítico autor plural.