JOHN DEE
Carta imaginaria: A los seguidores de la Ciencia
Sabed que he partido de viaje, y que este no ha sido muy afortunado.
Aunque hemos sido ungidos con el privilegio de ver las cosas antes de
que sucedan, esa idoneidad no se nos ha sido dada para nuestra vanagloria
ni para evitarnos tribulaciones … sino como regalo de los ángeles siempre-
en beneficio de los designios del Cielo. Sabed también que en mi largo
recorrido por Europa he realizado grandes prodigios, pese a la exacerbada
incredulidad de mis enemigos, he transmutado medio kilo (1,1 Libras) de
mercurio en oro, ante la visión destacada del monarca de Praga, Rodolfo II
y que de ello ha tenido conocimiento nuestra magnífica Reina, su majestad
Isabel I, quien me honró con la insignia de consejero del reino de Inglaterra,
ya que ha tomado a bien mis previsiones de números y fechas favorables a
su futuro. Predicciones lacradas que se ocultaban bajo el axioma: Sólo para sus
ojos, y que hemos de cambiar, por el tiempo que ya se estuvo utilizando.
Además llegará a vuestros oídos que he sido llamado a declarar por el Santo
Oficio, en relación a mis estudios sobre las teorías de Copérnico, y que gracias
al buen hacer de mi amigo el Obispo he podido librar mis carnes de siniestro
destino –porque la ignorancia se llena de obscuridades para condenar lo in-
comprendido-…
Os volveré a ver antes de que pasen dos lunas, mientras tanto en fechas tan
significativas del año, reproducid este pantáculo y colocarlo en vuestras casas, de puertas para adentro, para que os sirva de protección.
Cuando vuelva compartiré con vosotros los licores que me enseñaron a destilar
los monjes de Normandía, y os mostraré el elixir, tesoro de sabios que el Arcángel
Uriel me dio a conocer para gloria del Altísimo. Quedad con Dios. Vuestro:
John Dee
John Dee
Liliana Coma
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