Los aceites esenciales
También denominados simplemente esencias, estos aceites están presentes en forma de minúsculas gotas en las hojas, en la madera de los árboles, en la piel de las frutas, etc. Son olorosos y tremendamente volátiles cuando entran en contacto con el aire, por tanto, para que estas esencias puedan recolectarse, el proceso ha de llevarse a cabo de una forma correcta y rápida. Su rendimiento es muy bajo: por ejemplo, para recolectar una gota de esencia de rosa, se necesitan 30 flores.
Por tanto, las esencias de flores y plantas que se distribuyen comercialmente en grandes cantidades proceden de procesos de fabricación que emplean aromas sintéticos y que por lo tanto, no ofrecen ninguna garantía de pureza y eficacia para emplear en Aromaterapia. También se pueden encontrar (a un precio considerablemente más bajo) las aguas procedentes de la destilación de los aceites, que conservan parte de las propiedades "curativas" de la planta.
Uso de los aceites esenciales
Según los entendidos, los aceites esenciales son sustancias muy potentes que se deben utilizar con precaución. Pueden administrarse por vía interna (bebidos) o externa (a través de la piel, mediante masajes, baños, inhalaciones, enjuagues, evaporación, etc).
Aceites esenciales principales y efecto curativo
Benjui. Se extrae practicando un corte en la corteza del árbol. Funciona como cicatrizante y antiséptico. Sus principales indicaciones son: estrés, dolores reumáticos, enfermedades cutáneas y bronquitis. Bergamota. Se obtiene la esencia desde la piel del fruto. Se utiliza como antidepresivo. Enebro. La esencia de enebro se utiliza mucho desde la antigüedad, tanto con fines terapéuticos como religiosos. Favorece la eliminación de ácido úrico y actúa como purificante. Por todos es conocido su supuesto alivio de los dolores menstruales. Jazmín. Antidepresivo, afrodisíaco (y a su vez sedante), se emplea principalmente para combatir la ansiedad, así como para los cuidados de la piel.
Jengibre. La famosa raíz, importada desde Oriente, fue muy utilizada por los griegos y romanos y todavía se usa para casi todo en China. Sus infusiones combaten la gripe y el resfriado, estimulan el apetito y combaten las naúseas. Limón. Las propiedades vitamínicas y desintoxicantes del limón han quedado claramente demostradas por la medicina convencional. Manzanilla. Indicada para favorecer los procesos digestivos, la manzanilla es la planta más utilizada en nuestra cultura por su acción calmante. Nuez moscada. Indicada contra la impotencia por sus propiedades tónicas y afrodisíacas. Tomillo. Aparte de ser un condimento esencial en la cocina, el tomillo se emplea para evitar el agotamiento físico y psíquico, así como las enfermedades derivadas del enfriamiento. Valeriana. Esta planta está indicada para las alteraciones nerviosas y como conciliadora del sueño.
Efectos psicológicos
El uso del perfume es algo muy personal. Los perfumes, desde su creación, se conciben para ser usados por un sexo determinado, aunque ha quedado demostrado que son las mujeres las que más se aventuran a utilizar un perfume con esencias bases pensadas para el hombre y no al revés.
Cuando un perfume es creado, se destina comercialmente a un determinado tipo de mujer o de hombre. Existen personas que siguen esas normas de marketing, se dejan llevar por ellas identificadas con el modelo que la agencia publicitaria ha dejado caer. Pero lo normal, y lo afortunado, es que el olfato decida que fragancia es la que más se ajusta a la personalidad de uno mismo.
Sea como sea, los estudios realizados indican que las personas que se perfuman tienen un mejor concepto de sí mismas que las que no lo hacen. Asimismo, estos mismos estudios revelan que las personas que pretenden destacar socialmente consumen varios perfumes diferentes, y, en cambio, las personas que quieren pasar desapercibidas, utilizan siempre el mismo.
Pero usar siempre el mismo perfume puede resultar muy aburrido, sobre todo teniendo en cuenta que al cabo de pocos meses el aroma pasa desapercibido totalmente tanto para el que lo utiliza como para las personas que le rodean. También aburrido resulta utilizar un perfume que compran miles de personas.
El perfume debería ser algo único, y quizás lo es
más gracias a que éste, probado en diferentes pieles,
cambia radicalmente.
Un perfume que en una persona desaparece
a los cinco minutos, en otra puede
durar un día entero,
dependiendo de la acidez
de la piel de cada uno.
No es obligatorio perfumarse, pero no cabe duda
de que el perfume refuerza la personalidad
del individuo, como un complemento invisible
que afecta a los sentidos y a las emociones,
naturalmente, siempre que el que lo lleve se sienta
a gusto e identificado con él. | |
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http://www.expocenter.com/perfume/psi.htm
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