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domingo, 23 de noviembre de 2014

Historia del Perfume III




Otros usos del perfume. La aromaterapia

La aromaterapia defiende el poder curativo de los aceites esenciales como purificativos de las to
xinas del cuerpo. Su principal función terapéutica es curar las causas de las enfermedades, no las enfermedades en sí, reforzando las funciones de los órganos y los mecanismos de defensa del organismo. 

      Los aceites esenciales, al ser extractos vegetales altamente concentrados, incluyen en su composición alcoholes, cetonas, aldehídos y éteres, y son usados en compuestos farmacéuticos, cosmética y perfumería como método alternativo a la medicina. Estos aceites se pueden aplicar directamente sobre la piel, inhalar, ingerir, añadir al agua del baño o ser mezclados con otras preparaciones médicas. Su uso se ha puesto de moda en los últimos años en Estados Unidos, pero lleva más de 50 años utilizándose en Europa.

       Si bien es cierto que se ha demostrado la utilidad de algunas plantas aromáticas, como el alcohol de romero, para activar la circulación sanguínea o la manzanilla como calmante y antiséptico en ciertas infecciones oculares, su eficacia en la curación de enfermedades no ha sido probada tras más de medio siglo de utilización.
    Si estas sustancias tuvieran un poder curativo real, serían empleadas en la medicina moderna como método alternativo para los pacientes alérgicos a ciertos fármacos o como complemento a un compuesto medicinal. Es más, el uso prolongado de un aceite esencial que pueda contener propiedades hipnóticas, tónicas o analgésicas puede resultar perjudicial, provocando en algunos casos naúseas, vómitos o cierto tipo de alergias. 

      No obstante, a continuación se muestra una pequeña lista de los aceites esenciales más empleados, cuya acción curativa ha quedado demostrada en unos casos y en otros todavía no.




Los aceites esenciales

      También denominados simplemente esencias, estos aceites están
 presentes en forma de minúsculas gotas en las hojas, en la madera
de los árboles, en la piel de las frutas, etc. Son olorosos y
 tremendamente volátiles cuando entran en contacto con el aire,
por tanto, para que estas esencias puedan recolectarse, el proceso
ha de llevarse a cabo de una forma correcta y rápida.
Su rendimiento es muy bajo: por ejemplo, para recolectar una gota
 de esencia de rosa, se necesitan
 30 flores. 

      Por tanto, las esencias de flores
y plantas
 que se distribuyen comercialmente en
 grandes cantidades proceden
 de procesos
de fabricación que emplean
 aromas sintéticos
y que por lo tanto, no ofrecen ninguna garantía
 de pureza y eficacia para emplear en Aromaterapia.
 También se pueden encontrar (a un precio
 considerablemente más bajo)
 las aguas procedentes de la destilación de los aceites,
 que conservan parte de las propiedades "curativas" de la planta.


Uso de los aceites esenciales

      Según los entendidos, los aceites esenciales son sustancias
muy potentes que se deben utilizar con precaución.
Pueden administrarse por vía interna (bebidos) o externa
 (a través de la piel, mediante masajes, baños, inhalaciones,
enjuagues, evaporación, etc).



Aceites esenciales principales y efecto curativo 

      Benjui. Se extrae practicando un corte en la corteza
del árbol. Funciona como cicatrizante y antiséptico.
Sus principales indicaciones son: estrés, dolores reumáticos,
 enfermedades cutáneas y bronquitis. 

      Bergamota. Se obtiene la esencia desde la piel del fruto.
Se utiliza como antidepresivo.

      Enebro. La esencia de enebro se utiliza mucho desde
 la antigüedad, tanto con fines terapéuticos como religiosos.
 Favorece la eliminación de ácido úrico y actúa como purificante.
Por todos es conocido su supuesto alivio de los dolores menstruales.

      Jazmín. Antidepresivo, afrodisíaco (y a su vez sedante),
se emplea principalmente para combatir la ansiedad,
así como para los cuidados de la piel.
               

  Jengibre. La famosa raíz,
importada desde Oriente,
 fue muy utilizada por los griegos y romanos
 y todavía se usa para casi todo en China.
 Sus infusiones combaten la gripe y el resfriado,
 estimulan el apetito y combaten las naúseas.

      Limón. Las propiedades vitamínicas y
desintoxicantes del limón han quedado claramente
 demostradas por la medicina convencional. 

      Manzanilla. Indicada para favorecer los procesos
digestivos, la manzanilla es la planta más utilizada
en nuestra cultura por su acción calmante.

      Nuez moscada. Indicada contra la impotencia
 por sus propiedades tónicas y afrodisíacas.

      Tomillo. Aparte de ser un condimento esencial
en la cocina, el tomillo se emplea para evitar el
agotamiento físico y psíquico, así como las enfermedades
 derivadas del enfriamiento.

      Valeriana. Esta planta está indicada para las
alteraciones nerviosas y como conciliadora del sueño.



Efectos psicológicos



El uso del perfume es algo muy personal.
Los perfumes, desde su creación,
se conciben para ser usados por un sexo
 determinado, aunque ha quedado
demostrado que son las mujeres las que más
se aventuran a utilizar un perfume con esencias
bases pensadas para el hombre y no al revés.

 Cuando un perfume es creado,
se destina comercialmente a un
determinado tipo de mujer o de hombre.
Existen personas que siguen esas normas
de marketing, se dejan llevar por ellas identificadas
con el modelo que la agencia publicitaria ha dejado caer.
Pero lo normal, y lo afortunado, es que el olfato decida
 que fragancia es la que más se ajusta a la personalidad
 de uno mismo.

      Sea como sea, los estudios realizados indican
 que las personas que se perfuman tienen un
mejor concepto de sí mismas que las que no lo hacen.
Asimismo, estos mismos estudios revelan que las
 personas
que pretenden destacar socialmente consumen
varios perfumes diferentes, y, en cambio,
 las personas que quieren pasar desapercibidas,
utilizan siempre el mismo.

      Pero usar siempre el mismo perfume puede
 resultar muy aburrido, sobre todo teniendo
en cuenta que al cabo de pocos meses el aroma
 pasa desapercibido totalmente tanto para el que lo
utiliza como para las personas que le rodean.
 También aburrido resulta utilizar un perfume
que compran miles de personas. 

El perfume debería ser algo único, y quizás lo es 
más gracias a que éste, probado en diferentes pieles, 
cambia radicalmente. 
Un perfume que en una persona desaparece 
a los cinco minutos, en otra puede
 durar un día entero, 
dependiendo de la acidez
 de la piel de cada uno.

      No es obligatorio perfumarse, pero no cabe duda 

de que el perfume refuerza la personalidad 
del individuo, como un complemento invisible
que afecta a los sentidos y a las emociones,
 naturalmente, siempre que el que lo lleve se sienta 
a gusto e identificado con él.
    

http://www.expocenter.com/perfume/psi.htm
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