" Soy Nicolás Flamel, el alquimista. Como puedes ver en parte por los rastros que dejé en mi camino antes de -volar", Así que de parte de los testimonios sobre mi, yo estaba practicando el arte de la alquimia.
Cuando alguien es atraído por esta "materia" oculta para los profanos, es a menudo perdido por un jerga incomprensible a los no iniciados. En efecto, la alquimia no está condenada a ser impuesta a todos como una verdad.
Hasta que su mundo no está preparado para escuchar ella seguirá siendo una disciplina oculta... Haciendo huir de los curiosos, asustados por sus creencias en lo oculto, y perdedor los más temerarios en una infinidad de información incomprensibles a los tema de química de materiales y otras referencias cósmicas.
Como les decía antes, la alquimia no puede ser revelada, simplemente porque los textos que tratan de la alquimia no ocultan nada para un lector inteligente. Son accesibles a partir de un determinado nivel de conciencia. Esto es lo que es absolutamente lógico, ya que la alquimia invita a los hombres a ascender en conciencia, trabajando la materia densa para aliviar.
Se trata principalmente de transmutación de energías densas en energías de luz. Recuerda, ella permite transformar el plomo en oro. Si usted está interesado en la alquimia para lo que es realmente, usted verá que ella invita al ser humano a reflexionar sobre su condición, a entender que está constituido de energías más o menos densas que siguen a la evolución de su conciencia.
A partir de ahí el alquimista comprende que él no debe negar la materia para acceder al mundo de la mente pero debe aceptar esta. Aprender a trabajar, a fin de superar su condición humana y tender hacia su ser divino: El oro que todo ser tiene en su corazón.
Yo era un alquimista en mi tiempo. Un peregrino de más en los caminos de la realización de sí mismo. He aprendido a ver el mundo tal como es realmente: Mágico. Este mundo, aunque esté preso de las fuerzas de los designios, es sin embargo mágica para el ser que comprende cómo usar su poder interior.
El corazón tiene el potencial creativo de los dioses. El corazón es la herramienta de la liberación del ser de su condición humana. El corazón puede transformar el humano en expresión del divino, y esto es posible en el curso de una vida terrenal.
Muchos seres vinieron a mostrar esta vía de liberación por la alquimia. Eran, como yo mismo; entonces, Venus se encarnó temporalmente, para liberarse sin dejar rastros, para que otros se liberen a su vez.
Si usted está leyendo este mensaje, hay muchas posibilidades de que usted esté también en busca de esa libertad. Recorra el camino, no tenga miedo, no se deje impresionar por los obstáculos que irán apareciendo por el camino.
La alquimia requiere perseverancia. Trascender la materia implica la aceptación de sí mismo. Usted tendrá que hacer frente a sus heridas, con sus bloqueos, a tus miedos, con el fin de trascenderlos. Usted no puede evolucionar si usted se considera ya un ser luminoso, liberados, o en plena conciencia. Esto no sucede hasta el final de un largo trabajo personal en el que las trampas del ego deben ser evitados, los bloqueos liberados y los miedos se vayan.
En su literatura, en la historia del arte, en las ciencias e incluso en las obras más modernas de algunas películas, hay mensajes dejados voluntariamente por otros alquimistas que emprendieron o recorren aún más el camino de la liberación. Citaré a Platón, Da Vinci, Víctor Hugo, Nicolás Poussin, Jean Cocteau, Nicolás Tesla, etc. Somos todavía muy numerosos.
Un alquimista no impone su visión, transmite las verdades que hablan a algunos y no a otros. Cuando la persona está dispuesta a entender los mensajes dejados aparecen como por arte de magia... Simplemente porque ellos no fueron en modo alguno ocultos, eran inaccesibles a una conciencia limitada y accesibles a la inteligencia del corazón.
No busque a descifrar los libros alquímicos prematuramente. Entienda y trabaje en lo que para usted es accesible, en el momento presente. El resto se convertirá en más claro con el paso del tiempo, a medida que su corazón se abra.
Que estas palabras te despierten en el verdadero sentido de la vida terrenal. Que finalmente pueda aceptar el amor de su madre -la tierra- para que en el momento que su receptáculo alquímico esté listo, para ser inoculado por las energías celestes. En ese momento será usted su divino sol.
Mantenga los pies en la tierra y la cabeza en las estrellas. Todo lo que es arriba es abajo, así que trabaje de abajo hacia arriba y te "envolverá" un día, tal vez. Usted en sí mismo encontrará muchas bóvedas en el camino del alquimista. Sabed que la geometría de algunas formas y construcciones no son así por casualidad. No estamos construyendo nunca por casualidad...Las construcciones, ediciones del conocimiento de los alquimistas responden a menudo al número aúreo y favorecen el acceso a lo divino.
Le deseo lo mejor en su camino. Nicolas Flamel (acompañado de Pernelle, su esposa)."
http://lecheminversarcadia.com/…/15/nicolas-flamel-alchimi
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