La lapicera

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viernes, 11 de julio de 2014

Dibujos fotográficos



El hombre que quiso superar a la fotografía y lo logró

"...quiso demostrar al mundo que un dibujo con los colores y detalles exactos (cuando aún no existía la fotografía a color), podía competir e incluso llegar a ser más real que una fotografía a blanco y negro, y ¡vaya que lo logró!"
El Saturday Evening Post fue una de las revistas de mayor arraigo popular en los Estados Unidos durante casi medio siglo. El éxito de la revista radicaba en sus impactantes portadas semanales, que eran siempre dibujos que retrataban mejor que una fotografía, el tema de actualidad. El dibujante de las portadas era Norman Rockwell, quien entregó sus primeros bocetos en 1916, y debido a la gran acogida que tuvieron sus impresionantes y realistas obras de arte, se convirtió en su ilustrador oficial hasta 1963.




Norman Rockwell

El éxito de las pinturas de Rockwell, se debió principalmente a que supo captar y llevar al lienzo esos nimios detalles de los gestos, tendencias, aficiones y costumbres. En pocas palabras supo tomar la temperatura y colores de la cotidianidad de los estadounidenses, y sobre todo, ir a la par con sus cambios de época. Durante los primeros años su tendencia fue familiar e infantil. En la década de 1920 le gustaba retratar situaciones anecdóticas, por ejemplo la esencia de los niños americanos de la época generalmente activos y jugando, yendo a la escuela o a mitad de un partido de béisbol.



En la década de 1930 y luego con la Segunda Guerra Mundial, es cuando toma auge el periodismo fotofráfico y ya se avizoraba que las fotografías acabarían sustituyendo las ilustraciones de las revistas populares. Norman Rockwell se dio cuenta de ello y de alguna forma sintió amenazada su obra y la del resto de ilustradores. En un giro bastante curioso e irónico, empezó a pintar a partir de ellas, porque quería demostrar al mundo que un dibujo con los colores y detalles exactos (aún no existía la fotografía a color), podía competir e incluso llegar a ser más real que una fotografía a blanco y negro, y ¡vaya que lo logró!. Sus famosas portadas en el Saturday Evening Post competían en popularidad con las siempre impactantes fotografías de la Revista Life.




Después llegó el boom de las primeras salas cinematográficas y se especializó en plasmar el glamur hollywoodiense, más que nada como una forma de distraer y alejar a sus lectores, del desgarrador clima bélico que se vivía en Europa a causa de la Segunda Guerra Mundial, a la que, sin embargo, también dedicó algunas de sus mejores y más recordadas obras de arte, aquellas que toparon las fibras más sensibles del pueblo, y sirvieron para animar a los estadounidenses a ayudar a su gobierno con la compra de Bonos de Guerra. Sin duda los posters de aquella época, dibujando soldados en el frente o regresando victoriosos, son unas de sus obras más conocidas y cotizadas.








Durante estos años, Rockwell también se dedicó a la crítica social o a ensalzar ciertos valores o virtudes del pueblo norteamericano. En sus trabajos se respiraba bastante aire patriótico, que por aquel entonces era un valor muy tenido en cuenta, debido a la entrada de los Estados Unidos en la guerra.

Ya en la década de los 50 y 60, Rockwell volvió a sus temas cotidianos y tiernos, representando imágenes navideñas, familias reunidas, viajes familiares en automóvil, interiores de tiendas o barberías, niños en heladerías, e incluso hizo algunas obras repletas de ironía, como "El experto" de 1962, donde representó a un hombre de espaldas observando un cuadro de Expresionismo abstracto, propio de pintores como Pollock o Dalí, por los que Rockwell se sentía atraído. Sus obras de carácter expresionista las realizaba tanto a modo de sátira como de estudio.



Art Connoisseur (El experto)








El nuevo método que adoptó consistía en proporcionarles el vestuario a los modelos, ubicarlos en el estudio o locación, e instruirlos en cuanto a la expresión facial y la postura que él quería, y luego fotografiar la escena que había creado. Cabe destacar que ademas de gran pintor, fue en un maestro de la fotografía porque capturaba siempre aquella esencia humana, en situaciones bastante complejas, como por ejemplo el retorno a casa de un soldado después de la guerra, o una mujer y un niño que rezan antes de comer, en medio de un restaurante bullicioso.




Saying Grace, noviembre de 1959



After the Prom, mayo de 1957





A mediados de los 60 y principios de los 70, Rockwell se volvió más crítico y mordaz con la sociedad, debido a la época convulsa que por entonces vivía Norteamérica. Una época difícil por los primeros intentos de integrar a la gente de color a la sociedad, por la lacra del racismo, la intolerancia del macartismo, la lucha contra el comunismo, la investidura del presidente Kennedy. Todos estos temas que fueron interpretados por los pinceles de Rockwell, quien siempre abogó por la multiculturalidad, la integración y sobre todo, por la defensa del débil y el apoyo a los afroamericanos perseguidos y discriminados.



En este período se destacan obras tan impactantes como: "El problema con el que convivimos todos" de 1964, donde deja en claro su crítica y oposición al racismo con delicada intensidad, en una niña de negra que tiene que ir escoltada a la escuela, víctima de los insultos y agresiones de otros ciudadanos.



También es demoledor su magnífico lienzo: "La regla de oro" de 1961, donde queda plasmada su pasión por la defensa de los derechos humanos, su religiosidad y su respeto a todas las razas.


Norman Rockwell fue un artista prolífico que pintó más de 4000 obras en su vida. La mayoría de ellas se encuentran en varias colecciones públicas, aunque muchos de sus primeros lienzos se perdieron en un accidental incendio de su taller, que él mismo provocó con su pipa en 1942.

Rockwell también fue designado para ilustrar más de 40 libros, entre ellos, Las aventuras de Tom Sawyer y Huckleberry Finn, únicos y verdaderos clásicos de la literatura estadounidense. Contribuyó anualmente con sus obras al calendario de los Boy Scouts, entre 1925 y 1976, aunque su calendario más popular fue el "Four Seasons" que fue publicado durante 17 años, desde 1947 hasta 1964. Hizo ilustraciones para folletos, catálogos, carteles de películas, sellos postales, y hasta murales. Dibujó para todos, para el ciudadano promedio, para la típica ama de casa, para el granjero y el mecánico, para los niños y ancianos.



Hay algo muy curioso, y es que a pesar de ser un artista magnífico, sus obras fueron criticadas y desestimadas por los esnobs de arte de su tiempo. Y es que Rockwell no pintaba para las élites, ni pintaba exclusividades, ni retratos para el millonario de turno. Norman Rockwell era un artista accesible y consagrado al pueblo, a las masas, y le gustaba pintar "eso", la cotidianidad. Pintaba bastante y sus obras eran accesibles para todos: en las revistas, en posters, en muchos calendarios y hasta para la mismísima Coca-Cola, y esa era la razón por la que su obra fue desmerecida en su tiempo. Pero como suele pasar en estos casos, después de su muerte vino la avalancha y sus obras fueron tan cotizadas, que sólo este afiche suyo de "Rossie the riveter" fue vendido en Soteby’s por nada menos que $ 5'000.000. También en el 2006 uno de los cuadros más famosos y queridos del artista, "Romper los lazos con el hogar", fue encontrado escondido detrás de una pared falsa. Había estado ahí durante más de 30 años, desconocido incluso para sus propios hijos. Al año siguiente se vendió por un récord de $ 15'400.000



Todo el país amaba su trabajo, se sentían identificados con su pincel y los homenajes también le llegaron en vida. En 1977 fue galardonado por el mismo Presidente Gerald Ford, quien le impuso la Medalla Presidencial de la Libertad, la más alta condecoración que puede recibir un ciudadano civil en los Estados Unidos. Norman Rockwell tenía ya 83 años de edad.


Autorretrato

Aquí pueden ver una galeria de algunos de sus dibujos publicitarios navideños, de bebidas y servicios. Su arte era tan cálido e identificable, que siempre fue bastante cotizado entre los publicistas. También les dejo una selección de portadas y posters, y el sitio que le ha dedicado el Saturday Evening Post a su trabajo de más de medio siglo con ellos.


Leer más en: http://www.sentadofrentealmundo.com/2011/12/el-hombre-que-quiso-superar-la.html#ixzz37Dxxmd4g
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